Nuevo paso a paso Mapa velas esotericas

Individualidad de los errores más frecuentes del neófito, o del simple curioso de las doctrinas tradicionales, es olvidar, o dignificar completamente, la condición de enfermedad espiritual en la que se encuentra hoy. Singular tiende a obliterar, tout court , lo que son los ciclos cósmicos, y cómo inevitablemente conducen a limitaciones y restricciones de las posibilidades individuales. Triunfadorí descontextualizan las formas tradicionales que han sobrevivido al destino de la tecnociencia moderna, afirmando que siguen siendo enseñanzas secretas pródigas y emociones esotéricas que deben darse a sus afiliados.

Como alternativa a esta misma aire, se presenta como un rechazo a la forma tradicional regular, que lleva a despabilarse afiliaciones espirituales en conventos que no tienen absolutamente carencia de esotérico. Encima de los indudables peligros del plagio y la manipulación psíquica y física, aquellos que caen en la Nasa de estos nuevos movimientos mágicos o del potencial humano deben saber que en el nivel espiritual no alcanzarán nulo. Sería preferible, entonces, atenerse a profesar la propia forma exotérica, es afirmar, la religión del origen, en punto de caer en los brazos de los que hacen el pseudo-esoterismo.

Posteriormente de todo, en la iniciación no hay autodidactas, porque para ser iniciado hay que recibir de los demás lo que la lindividualidad profana no puede poseer, es opinar, la transmisión de una influencia espiritual. Pero para que exista la posibilidad de convertirse en el receptáculo de la transmisión espiritual, debe acontecer a su tiempo un miembro de la grado iniciática, capaz de transmitir el rito de la iniciación.

La fluidez espiritual reside en el rito y no en el rito, que es sólo un enlace de la dependencia de iniciación, más Aquí o menos consciente o preparado. Estas son cosas que ya deberían estar claras para todos los que se sinterizan en el mundo de la Tradición: como repitió Guéimpar. Pero evidentemente siguen siendo oscuros para la longevoía de los críticos modernos de las formas tradicionales occidentales. O mejor dicho, de la única forma que sobrevive en el Poniente contemporáneo: la masonería.

Desde el punto de pinta esotérico-iniciático, es el rito que transmite la fluidez espiritual, no el que oficia, sea consciente o no, de lo que está transmitiendo. Es un flujo no humano que utiliza al que tiene las calificaciones para transmitir la iniciación. El que oficia un rito tradicional es sólo un transmisor que, como nos recuerda Guénon, vierte un flujo espiritual que lo utiliza como un anillo pasivo. Si no, la perfecta erudición sobre un rito bastaría para consolidar su legitimidad: es una paradoja evidente, porque si así fuera, cualquier egiptólogo bastaría para iniciar el profano, por ejemplo, el culto de Isis.

El que realiza un ritual, siempre que esté regularmente investido de su función, puede no entender nada de lo que hace, y el ritual será en cualquier caso transmitido legítimamente. Es necesario compensarlo: mientras haya rituales y simbolismo tradicional, la Masonería Especulativa Moderna seguirá siendo una Ordenamiento Iniciática. El último de Oeste.

Por lo tanto, la iniciación posible es la semilla sembrada en el suelo de la individualidad. Si esto se fertiliza en un árbol, entonces el trabajo interno del neófito habrá hecho un comienzo efectivo. De no ser así, la lindividualidad se detendrá en el estado de iniciación imaginario, manteniendo, sin embargo, la posibilidad de transmitir la misma semilla o germen a otras individualidades. Precisamente porque fecundada por la semilla iniciática, imaginario inception, que no pudo o no pudo realizar los Pequeños Misterios, puede transmitir la semilla o la germinación a un tercero.

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